domingo, 12 de marzo de 2017

ORIGENES HISTORICOS DEL JUEGO

La historia del juego es tan antigua como la de la humanidad. Los niños de la antigua Roma, Egipto o Grecia ya jugaban a las tabas y con muñecas de marfil y hueso, pelotas o sonajeros. De esa época también son las casitas de muñecas con platos y muebles.
Los juguetes a cuerda eran populares en la Edad Media, sobre todo para los adultos: los artesanos los fabricaban uno por uno y los vendían en las ferias.
La primera vez que se fabricaron juguetes de forma industrial fue en Nuremberg, Alemania, en 1850. Desde allí se distribuían los juguetes hechos por los artesanos a toda Europa. Hoy en día, la fabricación de juguetes es una industria importante en la mayoría de los países. Cada año salen a la venta juguetes nuevos, pero hay algunos que tienen siempre mucha aceptación: muñecas, pelotas, bloques, pinturas...
El juego de pelota fue el deporte prehispánico más importante en Mesoamérica. Una de las últimas canchas del juego de pelota descubiertas en Chiapas, fue construida entre 1400 y 1250 a.C.; casi cinco siglos antes de las canchas que se conocían en Guatemala.
A los largo de la historia son muchos los autores que mencionan el juego como una parte importante del desarrollo de los niños y son varias las teorías que se formulan acerca de éste.
Platón fue uno de los primeros en mencionar y reconocer el valor práctico del juego, dada la prescripción que hace en Las Leyes de que los niños utilicen manzanas para aprender mejor las matemáticas y que los niños de tres años, que más tarde serán constructores, se sirvan de útiles auténticos, aunque de tamaño reducido.
Platón consideraba que la educación se basaba en el juego y estimaba que se debía comenzar por la música para la formación del alma y posteriormente con la educación física para el cuerpo. Aristóteles enfatiza el juego y la diferencia entre el juego físico y el juego más elaborado dirigido a otros fines.
El propio Aristóteles que se ocupa de los problemas educativos para la formación de hombres libres, menciona en varios lugares de su obra ideas que remiten a la conducta de juego en los niños: “hasta la edad de cinco años, tiempo en que todavía no es bueno orientarlos a un estudio, ni a trabajos coactivos, a fin de que estos no impida el crecimiento, se les debe, no obstante permitir movimientos para evitar la inactividad corporal; y este ejercicio puede obtenerse por varios sistemas, especialmente por el juego... la mayoría de los juegos de la infancia, deberían ser imitaciones de las ocupaciones serias de la edad futura”.
Las primeras escuelas elementales romanas recibieron el nombre de ludijuegos y el encargado de dirigirlas recibía el nombre de ludi magíster.
El primero de los doce libros de la obra de Quintiliano, trata tres problemas pedagógicos: el atractivo de la enseñanza, el de su universalidad y el de las inclinaciones y aptitudes. Señala que, para que el niño no odie el estudio, la enseñanza ha de ser al principio como cosa de juego. Estima como señales de talento, la memoria, que tiene dos oficios: aprender con facilidad y retener fielmente lo que aprendió, y la habilidad para imitar, por ser señal de docilidad. La escuela alegre de Victoriano de Feltre (siglo XV) realizó las mejores ideas de Quintiliano, y las mejoró en la parte que se refiere a la educación física y al juego.
Luis Vives (siglo XVI), influido por Quintiliano, admite la importancia del juego en la educación y propone diversos expedientes sustitutos del juego para aquellos momentos en que el niño no tenga ganas de jugar, tales como las conferencias de carácter ligero, las fábulas, las historietas, los chistes, los acertijos, etc.; además, advierte que la fatiga y la desidia se alivian con descansos periódicos, con ejercicios lúdicos y estímulos para la voluntad.
A finales del siglo XIX aparece un movimiento progresista de educación que rechazaba la escuela tradicional y cuyo impulsor fue J. Dewey, (1859-1902). Concebía la educación como un proceso activo, de experimentación, de exploración, etc. Los alumnos orientados por el profesor indagan en la realidad inmediata para lograr los objetivos educativos.
Los juegos son la base para realizar trabajos formativos de cualquier clase. Las actividades basadas en juegos permiten contemplar aspectos importantes como la participación, la creatividad, el gusto estético, la sociabilidad, comportamientos

No hay comentarios:

Publicar un comentario